La ruta hacia una economía normal

Argentina es una de las economías más cerradas del mundo. Por ser una economía pequeña, el nivel de integración argentina es bajo: el comercio total de bienes alcanza el 28,7% del PBI, detrás de países como Brasil (32%) y muy lejos de economías abiertas como Chile (59%) o España (56%); incluso bastante por debajo del promedio de países de la región (48,7%) o de los países de ingreso medio alto (42,5%).

Esta conclusión también se desprende al medirlo por indicadores alternativos, uso de herramientas de defensa comercial como antidumpings, licencias no automáticas, impuestos asociados a la importación, estructura arancelaria, reglamentos técnicos, etc. En todos los instrumentos, Argentina es de los usuarios más activos.

El caso más distorsivo respecto de las herramientas de política comercial es el de las Licencias no automáticas. La licencia per se es un trámite administrativo sin un requisito especifico con el fin de obtener información anticipada o adicional. A nivel internacional, hoy en día no está tan generalizado su uso como en el pasado.

Cupo informal

En la Argentina es diferente y actúa como un cupo informal impuesto por los funcionarios que se asigna de forma discrecional y generando gran cantidad de distorsiones y eventuales episodios de corrupción. El efecto económico es claro: eleva el precio local del producto en cuestión, de forma similar al del arancel, aunque la diferencia entre el precio de exportación y el precio en el mercado interno se lo lleve a quien obtiene la licencia y no el Estado con la recaudación del arancel.

Es imposible pensar un camino virtuoso hacia una economía desarrollada con este esquema de protección, no sólo en términos cuantitativos (tasa de protección y sectores alcanzados) sino en el esquema institucional. La integración comercial es un paso necesario para lograr un crecimiento y desarrollo sostenible. Diversos estudios intentan poner números a ese vínculo: por ejemplo, según Banco Mundial (2008), los países que liberalizaron sus regímenes comerciales experimentaron tasas de crecimiento anual promedio 1,5 puntos porcentuales más altas que antes de la liberalización.

Impulso

¿Por qué la integración impulsa el crecimiento?

Porque permite incrementar la productividad y promover el cambio tecnológico al facilitar el acceso a insumos de precio y calidad internacional, a bienes de capital y tecnología. El acceso a mejores insumos mejora la calidad y variedad de la oferta exportadora. A su vez, el acceso a tecnología de vanguardia permite a las empresas mejorar su conocimiento técnico y, así, mejorar su productividad. La integración comercial también fomenta la competencia y con ella la inversión, la innovación y la productividad.

En nuestro caso, de cierta forma, la economía se cierra para evitar competir con países en los que se han dado incrementos en la productividad e inversión. El problema de lo anterior es que al mantener la economía cerrada tampoco se generan los incentivos adecuados para producir esas mejoras en la productividad y competitividad internacional generando así un círculo vicioso. Por último, es importante resaltar que la integración comercial genera beneficios a los consumidores porque pueden adquirir productos a un precio más competitivo y en una mayor variedad.

¿Cuál es el limitante en Argentina? Creo que el limitante es la transición a esa economía moderna, dado que la integración genera ganadores y perdedores. Dentro de los perdedores, encontramos a los sectores sujetos a la competencia internacional que, con el actual mecanismo, poseen una tasa de protección efectiva muy elevada, llegando incluso a tasas de 100%. Si bien el esquema de sustitución de importaciones mostró sus límites en la creación de empleo en la última década, incluso con un corrimiento de estos sectores protegidos hacia el empleo informal, la última experiencia normalizadora del comercio tuvo que convivir con 3 años de recesión que opacaron la reforma en el plano comercial.

Por último, todas estas experiencias normalizadoras tienen el problema de que los perdedores están bien identificados, agrupados y expresan su posición de forma clara, mientras que los ganadores están dispersos y no hacen sentir en la opinión publica la mejora en su posición.


Fuente Tradenews
El autor es Economista, consultor y miembro de los equipos técnicos de la Fundación Pensar. Durante el “Encuentro Comex 2023” del Management Logístico disertará sobre “Actualidad y perspectivas del comercio bajo una economía en crisis”. Imagen de portada: Pfüderi en Pixabay